El acuerdo de inversión y libre comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) que negocian desde 2013 la Unión Europea y Estados Unidos parece avanzar pese al abierto rechazo mostrado por ONGs y sectores de la sociedad civil a ambos lados del Atlántico. De hecho la posibilidad de tal acuerdo es vista cada vez más con mejores ojos por los empresarios, atraídos por la oportunidad de actuar con menos restricciones en un mercado potencial de 800 millones de consumidores.
Durante la Jornada “TTIP: Acuerdo de inversión y libre comercio entre la U.E. y los EE.UU.: Oportunidad y retos”, organizada conjuntamente por la Confederación Empresarial Valenciana y la Agrupación de Comunicadores por Europa, se abordó el estado de la cuestión por parte de funcionarios y técnicos que han tenido acceso a las negociaciones y de empresarios valencianos que manifestaron su postura, favorable en líneas generales, sobre el mencionado acuerdo.
(Este texto fue publicado originalmente en comunicadoresporeuropa.org en septiembre de 2015)
Jochen Müller, analista político de la Representación de la Comisión Europea en Madrid, lleva recorriendo España a lo largo y ancho para participar en distintos foros y jornadas en los que se discute sobre el TTIP. Según Müller, la intención de la Comisión Europea “es conseguir el mejor acuerdo posible, y cuanto antes, mejor”. Si bien puntualizó que “es muy difícil calcular cuál sería el impacto real de un acuerdo de este tipo, según los estudios que maneja la Comisión Europea, el TTIP contribuiría al crecimiento económico y a la creación de empleo en Europa y tendría un impacto muy beneficioso no solo para el conjunto de la Unión sino también para España”.
Por su parte Álvaro Schweinfurth, director adjunto del Departamento de Política Exterior de la CEOE, expresó que la entidad que representa a los empresarios españoles espera que el TTIP no se limite a reducir las barreras arancelarias entre los bloques sino que esperan que se convierta “en un acuerdo mucho más amplio y equilibrado entre las partes, que incluya los sectores energético y de servicios”.
Schweinfurth explicó que los empresarios ven con buenos ojos esta iniciativa, entre otras cosas, porque “es la única vía de estimular el comercio ya que las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio están prácticamente paradas”. Además, consideró, el TTIP “beneficiaría a todas las empresas, incluidas las Pymes, y no solo a las multinacionales, como creen algunos. Las multinacionales ya están implantadas tanto en Estados Unidos como en Europa, por lo que un acuerdo de esta clase beneficiaría sobre todo a las pequeñas y medianas empresas que son las que actualmente se encuentran con más dificultades a la hora de acceder al mercado americano”.
Carlos Rebato, representante del Ministerio de Economía y Competitividad, dejó claro que para el actual Gobierno de España el TTIP “es un tema prioritario” y señaló que Estados Unidos “es un país muy relevante para el comercio exterior español ya que es el primer destino, fuera de la Unión Europea, de nuestras exportaciones y es, también, el principal inversor extranjero en nuestro país”.
El Gobierno, explicó Rebato, tiene la convicción de que el TTIP servirá para “impulsar el crecimiento económico, la inversión y la creación de empleo”. Y detalló los aspectos ventajosos del Tratado en los principales sectores valencianos: cerámico, químico, vinícola, etc. Respecto al agroalimentario explicó que “el acuerdo eliminaría las dobles inspecciones, reduciendo los costes de exportación”.
Los empresarios valencianos, a favor
En líneas generales el empresariado valenciano parece estar a favor de alcanzar un acuerdo con Estados Unidos. Están los que son abiertamente favorables al TTIP como los que se inclinan hacia esta posibilidad aunque con ciertos reparos.
En el encuentro desarrollado en la sede de la CEV pudieron observarse estas posturas. Cristóbal Aguado, representante de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), expresó que “el TTIP puede ser una buena oportunidad para la agricultura valenciana” pero, advirtió, “no debe dejarse suelto ningún fleco en las negociaciones, que deben hacerse de manera cuidadosa”. Y remarcó que desde el colectivo que representa “estamos a favor de un acuerdo respetuoso, negociado, inteligente y beneficioso para todas las partes”.
Por su parte Vicente Raga, consejero delegado de Jamondor, empresa que exporta jamones a Estados Unidos, se mostró a favor de un acuerdo que facilite a las empresas acceder a un mercado como el estadounidense “que es muy atractivo pero en el que hay que ser muy prudente ya que cualquier error se paga muy caro”.
Enrique García, director de producción de la firma Oracing, se mostró decididamente favorable al TTIP, y reclamó la necesidad de un ‘portal único’ al que las pymes puedan acudir para todo lo relacionado con la exportación, pues –dijo- “sería fantástico un acuerdo de este tipo. Los empresarios lo que queremos son menos dificultades para exportar que las que tenemos en la actualidad”.
En la misma línea se mostró Andrés Casanova, director gerente de Tejas Borja, empresa que lleva años exportando tanto a Estados Unidos como a otros países: “Este tratado es fundamental. El norteamericano es un mercado muy complejo y exigente, y un acuerdo como el TTIP nos ayudaría a las empresas españolas y valencianas a ser más competitivas”.
Los representantes de la Unión Europea y de Estados Unidos se aprestan para iniciar la ronda de negociaciones número 11. La intención, tal como explicó Jochen Müller, es avanzar lo más que se pueda en lo que resta de 2015 para abordar el año que viene los temas más sensibles. El objetivo es conseguir sellar el acuerdo antes de que expire el mandato de Barack Obama, cuya administración le ha dado un considerable impulso a las negociaciones. Lo que significa que se hablará cada vez más del TTIP y todo lo referido a este tratado, tanto las protestas como las manifestaciones a favor, estará bien presente en la escena pública.
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