La exitosa transformación urbana experimentada por Bilbao a partir de la construcción del Museo Guggenheim desató la fiebre en España por los edificios icónicos. Alcaldes y presidentes autonómicos creyeron ver en los arquitectos estrella un recurso para alcanzar el desarrollo económico. En el libro Arquitectura milagrosa, Llátzer Moix analiza las obras repartidas por el territorio español de figuras como Norman Foster, Frank Gehry, Santiago Calatrava, Zaha Hadid y Arata Isozaki entre otros.
Archivos Mensuales: May 2014
Arquitectura milagrosa
Por su propia naturaleza, la arquitectura es una disciplina de notable capacidad transformadora y hacedora. Una intervención apropiada sobre la trama urbana o la construcción de un edificio específico pueden provocar grandes cambios en una ciudad. Y esos cambios, cuando se combinan correctamente con otros factores, pueden incluso considerarse como “milagrosos”. Por poner un ejemplo recurrente, ahí está el caso de la transformación positiva experimentada por Bilbao a partir de la construcción del Museo Guggenheim, inaugurado en 1997.
“El mercado dejado suelto es destructor de la ciudad”
Para el geógrafo y urbanista catalán Jordi Borja, el mercado no puede actuar sin restricciones en las ciudades. Considera que la ciudad-negocio destruye la ciudad, y reclama que los poderes públicos reduzcan los efectos desequilibrantes que el mercado suelto genera. Y asegura que la ciudad seguirá siendo un espacio de dinámicas y situaciones contradictorias.
“Una ciudad global paga un costo social alto, no es simplemente una fórmula para que todos estemos contentos”
Para Saskia Sassen, Premio Príncipe de Asturias y autora de la influyente La ciudad global, la conformación de ese tipo de ciudades trae mucho dinamismo. Pero al mismo tiempo genera nuevos desafíos políticos y desventajas. Rechaza la idea de que las ciudades globales sean producto únicamente de la economía global. Y avisa del surgimiento, en ese marco, de nuevas fuerzas sociales y políticas.